Gabriela Roffinelli
FISyP-Argentina
Otros autores vienen trazando una imagen cada vez más afinada de esa oligarquía, dominante frente a los argentinos, y dominada frente al extranjero. Que esa clase esté temperamentalmente inclinada al asesinato es una connotación importante, que deberá tenerse en cuenta cada vez que se encare la lucha contra ella. No para duplicar sus hazañas, sino para no dejarse conmover por las sagradas ideas, los sagrados principios y, en general, las bellas almas de los verdugos.
Rodolfo Walsh
I.
El atentado frustrado ocurrió el jueves 1.° de septiembre cuando de entre los manifestantes que se reunían en la puerta del domicilio de CFK para expresarle su apoyo un hombre sacó un arma y gatilló infructuosamente a centímetros de su rostro. Una semana antes, el 22 de agosto, en una grosera maniobra judicial que busca correr de la escena política a Cristina Fernández de Kirchner, el fiscal del juicio de “Vialidad” (por corrupción en la adjudicación de la obra pública) la acusó de haber liderado una asociación ilícita durante su presidencia (2007-2015) 1 y pidió 12 años de cárcel y su inhabilitación para ocupar cargos públicos de por vida.
Los gobiernos de todos los signos han sido partícipes de conocidos mecanismos de corrupción en la adjudicación de la obra pública a manos de un concentrado elenco de grupos empresarios desde hace décadas en Argentina, pero el juicio de “Vialidad” no está detrás de estos mecanismos de corrupción, sino que tiene una intencionalidad política. Los jueces y fiscales del juicio mantienen vínculos comprobados con el enemigo político de CFK, el expresidente Macri, y no indagan acerca de las relaciones que se desprenden de la misma causa entre algunos de los funcionarios imputados con empresarios relacionados al macrismo. En este sentido, resulta inevitable trazar paralelismos con el juicio penal, conocido como “Lava Jato”, contra el expresidente de Brasil, Lula da Silva. El exmandatario brasileño fue encarcelado por 19 meses (después fue sobreseído por probarse manipulación política, alteración de pruebas y persecución) e impedido de participar de las elecciones presidenciales de 2018, de las que resultó vencedor el protofascista Jair Bolsonaro.
Ante el grave y repudiable atentado contra la vida de la vicepresidenta se han realizado llamados a defender la democracia, la paz social y la unidad nacional. Pero la democracia capitalista existente en el país está en crisis por la construcción desde hace décadas de una sociedad cada vez más desigual. Y la paz social está amenazada por la imposición de los intereses del poder económico y político más concentrado, que desde las usinas mediáticas naturaliza que casi la mitad de la población se encuentre en la pobreza e impone discursos estigmatizadores y violentos hacia la población empobrecida que lucha por programas sociales y trabajo.
III
Se están disputando entre las dos grandes coaliciones políticas quién gestiona el capitalismo en Argentina durante los próximos años. La coalición de derecha Juntos por el Cambio (JxC), liderada por el expresidente Macri (posible próximo candidato a presidente en el 2023), o la coalición de centro del Frente de Todos (FdT), cuya figura de mayor peso político es CFK. El atentado fallido contra la vicepresidenta significa una escalada en la agresividad de las disputas políticas por la gestión del capitalismo dependiente en el país y, posiblemente, en la región.
Por lo demás, el intento de magnicidio no fue obra de un “loco suelto”, tampoco de un sicario profesional. El agresor Fernando Sabag Montiel, que exhibe tatuajes fascistas en su cuerpo, tuvo cómplices en la planificación del atentado. Un grupo personas que se expresaban en las redes sociales con posiciones radicalizadas de ultraderecha manifestaban simpatías con dirigentes libertarios, como el mediático diputado Javier Milei2 , y participaron de varias manifestaciones violentas, que colocaron horcas, guillotinas y bolsas mortuorias en Plaza de Mayo, frente a la Casa de Gobierno, organizadas por grupos neofascistas.
Por ahora nada se conoce de otras posibles vinculaciones con grupos políticos que hayan instigado o financiado el intento de magnicidio y/o con autores ideológicos. En las próximas semanas sabremos hasta dónde están dispuestas a llegar las investigaciones judiciales en curso…
II.
Si la farsa judicial generó una gran reacción de la militancia y simpatizantes del Frente de Todos (FdT) en solidaridad con CFK y en rechazo del lawfare, el repudio al magnicidio movilizó, al día siguiente, a multitudes hacia Plaza de Mayo y hacia las principales plazas de las ciudades más importantes del país. La respuesta popular movilizada contradice la idea de una supuesta ausencia de una masa crítica dispuesta a luchar por los cambios de fondo que exige nuestro pueblo.
El gobierno anunció el inicio de una amplia convocatoria al diálogo con la oposición para buscar consensos básicos. La CGT se declaró en “estado de alerta”, pero consideró que la magnitud de la movilización demostraba que no era necesario convocar a un paro general en los próximos días y mucho menos realizar alguna movilización frente al Palacio de Justicia. Sin embargo, la coalición opositora de derecha de JxC no se mostró dispuesta al diálogo. No está enteramente alineada con la idea de no romper “el consenso democrático” burgués que se constituyó desde 1983 a la salida de la dictadura.
A un año de las elecciones presidenciales, la interna de la coalición de JxC se dirime entre constituirse como una fuerza política conservadora dentro de las reglas del “consenso democrático” o en avanzar hacia una salida política, de la mano de los libertarios, de un estilo bolsonarista, que permitiría avanzar de forma acelerada con un programa de contrarreformas laboral, previsional e impositiva. Por su parte, la coalición oficialista del FdT se ha mostrado unida frente al lawfare y el magnicidio y comprometida con los intereses de los grandes grupos económicos y el FMI. Tal como alentó el embajador de EE. UU., Marc Stanley, que se “trabaje en acuerdos desde ahora y no espere a las elecciones de 2023 para desarrollar tres sectores estratégicos para el mundo (léase EE. UU.): el petróleo y el gas, los alimentos y los recursos minerales” (18/08/2022).
Al mismo tiempo, una parte importante de la sociedad se muestra indiferente ante la gravedad social que implica la emergencia de fuerzas políticas de ultraderecha capaces de perpetrar un magnicidio, o directamente cree que el atentado se trató en realidad de una farsa, de un montaje del Gobierno para evitar que la vicepresidenta vaya presa.
Es innegable que se han producido importantes desplazamientos hacia la derecha de los sectores populares empobrecidos (40% de la población bajo la línea de la pobreza). Aunque también persiste y se desarrolla un amplio entramado de organizaciones sociales, territoriales y sindicales de trabajadores formales e informales, de desocupados, de jubilados, de productores familiares, de mujeres y se ha consolidado como tercera fuerza electoral el Frente de Izquierda Unidad.
El Gobierno, incluso con exportaciones récord y superávit comercial, tiene una gran necesidad de divisas para enfrentar los vencimientos de la odiosa deuda externa, así como para proveer de dólares baratos (en 2021 se les habrían otorgado unos 14.500 millones) al sector privado responsable del endeudamiento con el FMI durante el gobierno del ingeniero Macri (Genoud, 2022).
Por ende, el ministro de economía, Sergio Massa avanza con un ajuste de $128.000 millones en el gasto público, recorta fuertemente recursos de educación, salud, programas sociales y subsidios a las tarifas de electricidad y de gas que deterioran, aún más, las condiciones de vida de los sectores trabajadores. Al mismo tiempo, le transfiere un equivalente a $200.000 millones al sector concentrado del complejo agroexportador (Cargill, Bunge, Dreyfus, Cofco y Aceitera General Deheza) con la concesión de un tipo de cambio preferencial para las exportaciones de soja. Es una medida transitoria, pero bajo las presiones de este sector puede constituirse en permanente e, incluso, extenderse a otros productos: el trigo, el maíz, sectores industriales diversos.
El ministro intenta estabilizar la economía a costa de una gigantesca transferencia distributiva (vía tarifazos, inflación, tipos de cambio preferencial, ajuste fiscal, etc.) en favor de los sectores más concentrados de la economía y en detrimento de asalariados formales e informales, pequeños productores familiares y jubilados.
Massa se encuentra realizando una gira por Estados Unidos acompañado por el embajador Stanley. Se anunció que logró destrabar créditos del Banco Mundial (900 millones de dólares) y del Banco Interamericanos de Desarrollo (1.200 millones de dólares que van a las reservas del Banco Central), que representantes de varias multinacionales (Volkswagen, Whirpool, Chevron, ExxonMobil o Total) se comprometieron a realizar inversiones en el país y un acuerdo de intercambio de información entre la AFIP (Administración Federal de Ingresos Públicos) de Argentina y el IRS (Servicio de Impuestos Internos) de Estados Unidos que permitiría conocer los depósitos no declarados ante el fisco de argentinos en bancos de ese país del norte.
En Argentina, y en toda Nuestra América, necesitamos la unidad popular en defensa de las conquistas democráticas, contra la radicalización de la derecha, la persecución política y el ajuste que se profundiza con las exigencias de los grupos económicos y de los organismos internacionales. Las reivindicaciones populares por una vida plena y digna de ser vivida solo se lograrán con una unidad política autónoma frente al poder y por la liberación nacional y social.
En contrapartida, la Argentina debe orientar su política económica a consolidar la producción de alimentos, hidrocarburos y minerales que demanda el poder global en un tiempo de crisis mundial. Recordemos, que “EE. UU. disputa la hegemonía global, no solo con China, sino también con la alianza de Rusia con el gigante asiático y otros países sancionados unilateralmente desde Washington, los que se articulan en bloques económicos, financieros, productivos, e incluso políticos” (Gambina, 2022).
IV
Ante el grave y repudiable atentado contra la vida de la vicepresidenta se han realizado llamados a defender la democracia, la paz social y la unidad nacional. Pero la democracia capitalista existente en el país está en crisis por la construcción desde hace décadas de una sociedad cada vez más desigual. Y la paz social está amenazada por la imposición de los intereses del poder económico y político más concentrado, que desde las usinas mediáticas naturaliza que casi la mitad de la población se encuentre en la pobreza e impone discursos estigmatizadores y violentos hacia la población empobrecida que lucha por programas sociales y trabajo: son vagos, choriplaneros, etc., al mismo tiempo, que judicializa a dirigentes sociales y sindicales. No hay unidad posible en sociedades asentadas en la contradicción antagónica entre el capital y el trabajo, que orienta y dinamiza el proceso histórico nacional e internacional.
En Argentina, y en toda Nuestra América, necesitamos la unidad popular en defensa de las conquistas democráticas, contra la radicalización de la derecha, la persecución política y el ajuste que se profundiza con las exigencias de los grupos económicos y de los organismos internacionales. Las reivindicaciones populares por una vida plena y digna de ser vivida solo se lograrán con una unidad política autónoma frente al poder y por la liberación nacional y social.
Referencias bibliográficas
- Diario Página 12 (19 /08/ 2022). Marc Stanley: “No esperen a las elecciones, armen una coalición ya”. https://www.pagina12.com.ar/474563-consejo-urgente-del-embajador-de-ee-uu
- Gambina, Julio (05/09/2022). “Massa busca el consenso de Washington”. https://juliogambina.blogspot.com/
- Genoud, Diego (10/09/2022). “La misión de Massa”. La Política online. https://www.lapoliticaonline.com/diego-genoud/diego-genoud-la-mision-de-massa/
- Reyes, Farid (12/07/2020). “El pensamiento libertario, la batalla cultural y la nueva ultra derecha”. La Izquierda Diario. https://www.laizquierdadiario.com.uy/El-pensamiento-libertario-la-batalla-cultural-y-la-nueva-ultra-derecha
1 La asociación ilícita es una figura penal que no requiere de la acreditación de la participación en algunos de los hechos delictivos que se le atribuyen a la organización que integra el acusado. En Argentina, la figura penal de asociación ilícita se utilizó en la década de 1920 para perseguir a dirigentes sindicales y militantes anarquistas y socialistas y, más tarde, en la década de 1970, durante la última dictadura cívico-militar, para detener a dirigentes sociales y políticos acusados de integrar organizaciones armadas.
2 Históricamente, el termino libertarios se relacionó con los anarquistas. Por el contrario, los autodenominados libertario de la actualidad son liberales de ultraderecha, que sustentan ideas neoliberales apologéticas del libre mercado a ultranza y defienden los valores más conservadores, tradicionalistas, machistas y racistas. Por ello expresan que cobrar impuestos es un robo, que atentar contra la propiedad privada un crimen de lesa humanidad e incluso defienden posiciones extremas como que los niños en una sociedad “libertaria” podrán ser comprados y vendidos por sus padres y, al mismo tiempo, se oponen al derecho al aborto, a los derechos de los trabajadores, de la comunidad LGBT, de los migrantes y de los pueblos originarios (Reyes, 2020).
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