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El alarmante crecimiento del endeudamiento público y las dificultades presupuestales del actual Gobierno

Daniel Libreros Caicedo

Profesor del Departamento de Derecho

Universidad Nacional de Colombia

 

a) Las exigencias de la “tecnocracia neoliberal” interna y de las calificadoras de riesgo

 

El Comité Autónomo de la Regla Fiscal1 argumentó en su último informe del 17 de febrero del año en curso que el cumplimiento de la Regla Fiscal en la ejecución de 2025 exigirá “ajustes en ingresos y gastos por al menos $46 billones (2,6 % del PIB)” . En el diagnóstico el comité adujo que: 1) El déficit fiscal en el 2024 alcanzó el 6,8 % del PIB, significativamente superior al de 2023 (4,3 % del PIB). La deuda llegó al 60 % del PIB, revirtiendo lo que se había conseguido en el lapso 2021-2023. 2) El recaudo tributario de $71,2 billones (4,2 % del PIB) fue muy inferior al programado en el Presupuesto General de la Nación de 2024. 3) El cumplimiento de la Regla Fiscal que presentó el gobierno en 2024 fue el resultado de la inclusión de Transacciones de Única Vez (TUV) por $31,9 billones y de la aplicación de un recorte presupuestal por $28,4 billones.

Insisten en la utilización “indebida” por parte del gobierno de las Transacciones de Única Vez –el tipo de transacción contemplado dentro de la Regla Fiscal para definir actuaciones fiscales no recurrentes– para presentar un cumplimiento de la Regla Fiscal que no ocurrió. En el mismo documento más adelante anotan:

El Ministerio de Hacienda afirma que se cumplió con la Regla Fiscal en 2024, en línea con las TUV aprobadas por el CONFIS el pasado 19 de diciembre. El CARF considera que en ausencia de las TUV aprobadas no se habría cumplido con la Regla Fiscal en 2024. De acuerdo con el concepto técnico del CARF, el balance primario neto estructural se habría ubicado en -1,8 % del PIB, es decir, 1,5 pp por debajo del nivel establecido por la ley de la Regla Fiscal (-0,2 % del PIB). Las TUV que cuentan con concepto favorable del CARF equivalen a COP 6,2 billones (0,37 % del PIB). Los ciclos económico y petrolero se ubicaron en 0,1 % del PIB cada uno. El déficit primario se ubicó en 2,4 % del PIB (COP 41 billones)…2.

Frente al plan financiero propuesto por el gobierno para 2025 plantean dudas sobre los ingresos proyectados y alertan sobre el crecimiento de la deuda que ya supera el ancla definida por la Regla Fiscal. 

El 11 de abril, Moodys, una de las calificadoras reconocida por la Superintendencia Financiera en el país, apoyándose en el pronunciamiento de la CARF, también manifestó dudas sobre las posibilidades de que el Gobierno cumpla en este año con la Regla Fiscal: “Menos ingresos y mayor carga de la deuda intensifican el escrutinio sobre el déficit y ponen a prueba la gestión fiscal”, agregando que “con las elecciones cerca es posible que haya menos incentivos para que Gobierno recorte gastos”3

Las calificaciones defectuosas de estas calificadoras internacionales vienen obligando al Gobierno colombiano a pagar mayores intereses, principalmente en la emisión de los bonos externos. 

b) Endeudamiento público, déficit fiscal y la responsabilidad del Gobierno de Duque

 

En la gráfica N.° 1 puede observarse la relación entre déficit fiscal y la deuda pública y sus oscilaciones en los últimos años. 

Efectivamente, “en 2017 el ajuste fiscal iniciado por el gobierno de Santos produjo resultados en 2019 cuando se evidenció un superávit primario de $4,75 billones y un déficit total del 2,5 % del PIB. Pero entre 2020 y 2021 los desbalances fiscales de 7,8 % y 7,0 % del PIB, respectivamente, elevaron el indicador deuda /PIB a un monto cercano al 60 % del PIB…”4. En diciembre de 2022, según el Banco de la República, la deuda externa de Colombia alcanzó los US$ 197.749 y la interna $475.600 miles de millones.

Gráfica N.° 1.  Deuda y déficit del Gobierbo Nacional Central 2010-2023

Fuente: Contraloría General de la República (CGR).

Este salto gigantesco del endeudamiento público ocurrió durante el gobierno de Iván Duque. La justificación entonces fue la obtención de recursos para gestionar la pandemia del COVID 19 a lo que se sumó la devaluación del peso y el aumento de la inflación. Sin embargo, el gasto presupuestal ejecutado por el anterior gobierno durante la pandemia fue escaso en términos comparativos con el promedio internacional y priorizó a las elites financieras y empresariales sobre el conjunto de la población5

Igualmente, los instrumentos de política monetaria fueron utilizados en beneficio de los grupos empresariales y financieros internos. Medidas tales como la cuasi eliminación de los encajes, la reducción de la tasa de interés, el aumento del cupo y plazo en las operaciones repo, los repos con deuda privada, los repos con títulos de cartera, la aceptación de nuevos agentes en operaciones repo y definitivas, los forwards de cobertura cambiaria para proteger a los inversores en dólares de las oscilaciones de la tasa de cambio, para citar las más relevantes, significaron un apalancamiento de billones de pesos a los grupos financieros6

Mientras tanto, la Junta Directiva del Banco de la República se negó a utilizar la “excepción constitucional para condiciones extraordinarias” para hacer préstamos directos al Gobierno condicionados a mitigar las difíciles condiciones que padecía la población. 

Un dato para resaltar en el endeudamiento público obtenido en ese período fue el mayor crecimiento de la deuda externa, Al inicio del gobierno de Duque, en 2018, la deuda externa de Colombia representaba el 49,3 % del Producto Interno Bruto (PIB); al finalizar su mandato en 2022, esta cifra se elevó al 61,1 % del PIB. En el 2023 el valor nominal, en pesos de ese tipo de endeudamiento fue un 81 % mayor al de 2019 7 (cuadro N.° 1).

Cuadro N.° 1. Saldo de la deuda externa

Fuente: Contraloría General de la República (CGR).

Lo más problemático de ese endeudamiento fueron los compromisos de pago en tramos de corto plazo, los cuales están presionando el gasto presupuestal en 2024 y 2025. El segmento mayor de ese endeudamiento de corto plazo fue la utilización de US$ 5.400 millones en 2020 dentro de la Línea de Crédito Flexible del (FMI), la cual fue ampliada a US$17.200 millones en acceso total. Pero, igualmente, el Gobierno anterior realizó endeudamiento externo con bancos multilaterales –el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), la Corporación Andina de Fomento (CAF), el Banco de Desarrollo de América Latina y el Banco Mundial– y emitió bonos en moneda extranjera (gráfica N.° 2). 

Gráfica N.° 2. Gobierno nacional: Perfil de vencimientos de la deuda externa.

Fuente: Ministerio de Hacienda y Crédito Público.

c)  El gobierno de Petro aumentó el cupo de endeudamiento externo para pagarle cumplidamente al FMI 

Desde el inicio de su mandato, el Gobierno de Gustavo Petro ha cumplido con el pago de las exigencias crediticias con los acreedores pactadas por su antecesor. En lo relacionado con las cuotas de pago de la línea de Crédito del FMI, el 30 de mayo del 2024, el entonces ministro de Hacienda, Ricardo Bonilla, informó públicamente que ya se había realizado el giro por US$ 619 millones al Banco de la República a título de abono de la segunda cuota de los US$ 5.400 millones prestados en el año 2020. Añadió que el Gobierno cumplirá con la totalidad de las cuotas, cuatro en 2024 y otras cuatro en el 2025, para saldar la totalidad del monto adeudado8

Unos pocos días atrás, Bonilla presentó al Congreso con carácter de medida de urgencia el aumento del cupo de endeudamiento por US$ 17.000 millones, argumentando que “Colombia tiene en la actualidad un cupo de USD 70.000 millones, que se aprobó en 2020. Sin embargo, debido al impacto económico de la pandemia del covid-19, el índice de deuda pública del país sufrió un incremento significativo (…)”9. Insistió en que “de no aprobarse la ampliación del techo de la deuda, el país tendría que asumir un déficit de US$ 1.366 millones para el cierre de 2024”, y que con ese aumento se cubrirían “las necesidades de caja en dólares para lo que queda de este año, para el próximo y hasta finalizar el gobierno actual en agosto de 2026”.

Luego aclaró que el plan de pagos al FMI para 2024 y 2025 alcanzaría los US$ 2.346 millones y “adicional a ello, se pagarían US$ 188 millones en intereses y US$ 3.205 en créditos con la banca multilateral y bonos (…) Los costos de operación de prefinanciamiento de 2023 cerrarían en US$ 2.117 millones. En lo referente a 2025 agregó que “los intereses de la deuda del FMI se reducirían hasta US$ 73 millones, pero el pago a la banca multilateral y bonos ascendería hasta US$ 3.284 millones…”10

Unos pocos meses después, el 20 junio, el Congreso aprobó la ampliación del cupo por el monto solicitado. Llama la atención que este tipo de ampliaciones se ha convertido en uno de los temas recurrentes de la gobernabilidad por el peso que ha ganado el endeudamiento público en la ejecución presupuestal en este período de hegemonía del capital financiero. En el cuadro N.° 2 se presentan estas ampliaciones de cupo durante los últimos gobiernos. 

Desde el inicio de su mandato, el Gobierno de Gustavo Petro ha cumplido con el pago de las exigencias crediticias con los acreedores pactadas por su antecesor. En lo relacionado con las cuotas de pago de la línea de Crédito del FMI, el 30 de mayo del 2024, el entonces ministro de Hacienda, Ricardo Bonilla, informó públicamente que ya se había realizado el giro por US$ 619 millones al Banco de la República a título de abono de la segunda cuota de los US$ 5.400 millones prestados en el año 2020. Añadió que el Gobierno cumplirá con la totalidad de las cuotas, cuatro en 2024 y otras cuatro en el 2025, para saldar la totalidad del monto adeudado.

Cuadro N.° 2

d) El gobierno de Petro y el alza considerable en los precios de la gasolina para cumplir con las exigencias del Fondo de Estabilización de Precios de Combustibles 

 

Utilizando una metodología en la que, de manera absurda, se identifica a Colombia como si fuera un país importador de petróleo fue creado mediante la Ley 1151 del 2007, durante el mandato de Uribe, el Fondo de Estabilización de Precios de Combustibles, asimilando el precio del productor interno de combustibles a los precios internacionales de los mismos, que son más altos, por lo que el alza en los precios internos deviene en necesaria para que no opere un déficit en el FEPC, que, a su vez, arrastra el déficit fiscal que obligatoriamente recorta la ejecución del gasto público conforme a las exigencias de la ya tantas veces mencionada Regla Fiscal. 

El FEPC es único en el mundo. Hay algo parecido en Chile y Perú, pero el primer país es importador de petróleo. A pesar de esto, hace subsidios para mantener los precios estables, modificando los impuestos (…) Internacionalmente, los países autosuficientes en petróleo no siguen la teoría de los precios de paridad o internacionales. La excepción se da en algunos países de Europa, pero esto es una tradición que viene desde la Segunda Guerra Mundial, política que estableció precios por encima de los valores internacionales para financiar su desarrollo, destrozado por la guerra. Comparativamente, los precios de la gasolina corriente de Colombia están por encima de los de Estados Unidos y se encuentran en la posición 57 de los más altos del mundo, por encima de casi todos los países petroleros. Además, según la teoría de los precios internacionales, hoy la gasolina corriente en Colombia está por encima de la fórmula existente para definir los precios, es decir, se está engañando a los colombianos en por lo menos 2000 pesos por galón, por lo que por este lado de la gasolina hay un superávit en el FEPC que debería por norma bajar los precios de las gasolinas11.

Lejos de presentar un proyecto de ley o por lo menos de abrir un debate público en la perspectiva de eliminar el FEPC, el Gobierno de Petro aceptó los dictados del Comité Autónomo de la Regla Fiscal (CARF), que contabilizo un déficit de $36,5 billones al finalizar el gobierno Duque, elevando el precio de la gasolina en las 13 principales ciudades del país en el lapso octubre de 2022-diciembre de 2023 de $9.700 galón a $15.600 aproximados, aclarando que seguirían operando ajustes conforme a las oscilaciones de los precios internacionales (de hecho han ocurrido alzas en los últimos meses). 

Sin embargo, aún la tarea no está completa. El déficit causado por el ACPM en el FEPC asciende hoy en día a $10,7 billones. En la actualización del Marco Final de Mediano Plazo que presentó a inicios de año, el exministro Diego Guevara propuso una reducción de ese déficit a $10,3 billones al finalizar el año12. Debe tenerse en cuenta que, a pesar de que un alza en el ACPM suscita el rechazo inmediato de los transportadores con anuncios de bloqueos de carreteras, el Gobierno continúa afirmando que cumplirá con esta exigencia al finalizar 2025. 

e) Las nefastas consecuencias sociales y fiscales de la elevación de las tasas de interés para contener la inflación 

 

La invasión a Ucrania en febrero de 2022 produjo un aumento considerable de las ganancias corporativas que, a su vez, arrastró una inflación a escala internacional por la vía de un “shock de oferta”13. Ello obligó a la Reserva Federal norteamericana (FED) a elevar de manera inusitada las tasas de interés de referencia del 0,25 % en marzo de 2021 al 5,3 % en septiembre de 2023. 

El rebote de esa espiral alcista en la economía colombiana fue inmediato. En un contexto de desregulación de capitales y con un sistema financiero internacional dominado por el dólar, la transmisión inflacionaria en el corto plazo es inevitable. Entonces, el Banco de la República comenzó a aumentar la tasa de interés de referencia, igualmente, de manera vertiginosa. Entre septiembre de 2020 y mayo de 2023 la subió del 1,75 % al 13,25 %. 

 

Lo que más llama la atención en los rubros proyectados es el crecimiento del servicio de la deuda que, en tan solo un año, sube un 19,10 % (de 94,5 billones a $112,6 billones) y el declive de los gastos de inversión en un 17,4 % (de $99,8 % a $82,4 %). Preocupa igualmente el saldo de caja (los saldos gubernamentales), cada vez más decrecientes.

El Informe ya citado de la Contraloría confirma las nefastas consecuencias del aumento del costo del crédito para la economía interna a datos del 2023: 

Dicha política tuvo un fuerte impacto sobre la demanda interna, la cual presentó una caída real de 4,0 %. Uno de los aspectos más preocupantes del desempeño de la demanda fue la fuerte caída de 9,5 % de la formación bruta de capital fijo, que la alejó, de nuevo, de los niveles prepandemia. La inversión en vivienda cayó en 1,2 %, en otros edificios y estructuras en 4,8 % (…) La caída de la demanda interna en 4 % y la disminución de la formación bruta de capital fijo en 9,5 % son aspectos que impactan la economía de Colombia…14

Igualmente, el aumento desmedido de la tasa de interés afectó el endeudamiento público A finales de 2023 “la deuda del gobierno nacional superó en 68 % al registrado al cierre de la vigencia 2019, cuando se situó en $492,79 billones…”

En la gráfica N.° 3 puede observarse ese crecimiento escalonado de la tasa de interés de referencia hasta marzo de 2023, cuando, en coordinación con la reducción que la FED hizo de estas, el banco central comenzó igualmente a reducirlas. Actualmente la inflación se encuentra en 5,2 %, pero el Banco de la República mantiene la tasa de interés de referencia en 9,5 % para impedir fuga de capitales. 

Gráfica N.° 3. Colombia: Evolución mensual de las tasas de interés internas 2019-2023 – Porcentajes

Fuente: Banco de la República.

f) El dilema de una crisis fiscal insostenible 

 

El gobierno expidió por decreto en diciembre del año pasado el presupuesto para el año 2025, después de que el Congreso le negó la ley de financiamiento por $12 billones. En enero, el Gobierno expidió el Decreto 69 en el que aplazó la ejecución presupuestal de varias instituciones estatales por la misma cifra.

La discusión se ha centrado en el monto de los ingresos totales proyectados por el Ministerio de Hacienda, el cual asciende a $511 billones de pesos, y que, como ya fue reseñado, desconoce el CARF exigiendo un recorte en la ejecución de $46 billones para cumplir con la Regla Fiscal (la ANIF estima ese recorte en $25,4 billones y el Banco de Bogotá en $30 billones). 

Sin embargo lo que más llama la atención en los rubros proyectados es el crecimiento del servicio de la deuda que, en tan solo un año, sube un 19,10 % (de 94,5 billones a $112,6 billones) y el declive de los gastos de inversión en un 17,4 % (de $99,8 % a $82,4 %). Preocupa igualmente el saldo de caja (los saldos del Tesoro en el Banco de la República), cada vez más decrecientes15 (ver la siguiente gráfica).

Gráfica N.° 4. Así estará el Presupuesto General de la Nación para 2025 (Cifras en billones de pesos) 

Fuente: Ministerio de Hacienda / Sondeo / Gráfico: LR-ST-MN: Banco de la República.

Los pronunciamientos del CARF y de los grupos financieros internos son compartidos por los analistas de los mercados financieros internacionales. El 17 de enero del año en curso el portal Bloomberg informó que: 

Los pagarés denominados en TES han tenido el peor comportamiento en los últimos 3 meses después de Brasil con una pérdida en los tenedores de bonos del 3,5 % frente a una ganancia del 1,6 % del índice más amplio de Bloomberg. La derrota ha sido en gran medida alimentada por los extranjeros que han recortado su posición en el mercado hasta el nivel más bajo en febrero de 2016. Mezcla de factores, dijo Andrés Pardo de XP Investment, resaltando que la prima de riesgo es una de las más altas entre los países con objetivo de inflación en la región. A finales del año pasado las empresas extranjeras tenían tan solo 18 % de los 135.000 millones de dólares en pagarés de TES en circulación. Hace dos años tenían el 27 % siendo mayores las inversiones a las de los inversionistas locales16.

El mismo portal informó, además, que durante el año Stichting PGGM Depositary, una firma de inversión que gestiona pensiones de trabajadores holandeses, vendió una posición por US$ 460 millones (2 billones de pesos) mientras que el Gobierno de Singapur se deshizo de US$ 419 millones de dólares y el Fondo Soberano de Kuwait de US$ 223 millones de dólares, según datos de la Contraloría que presentó la siguiente gráfica.

Gráfica N.°5.

En lo referente a la prima de riesgo citada, Colombia ya experimenta la más alta de la región: 

Las condiciones fiscales actuales de Colombia han impulsado un incremento en la prima de riesgo país, medida a través del Credit Default Swap, CDS, a cinco años. Según datos de Bloomberg, Colombia registra la mayor prima de riesgo en la región (199 puntos básicos), superando a Brasil (158 pbs), a pesar de que este último posee una calificación crediticia inferior. Este panorama refleja un deterioro estructural en las finanzas públicas, que podría traducirse en una reducción de la calificación de riesgo soberano durante el primer trimestre de 2025…17.

Estos datos con estadísticas registradas públicamente pueden dar lugar a interpretaciones sobre un inicio de fuga de capitales. Pero igualmente la tesis puede reforzarse con lo que ocurre en el “mundo subterráneo” de las finanzas. A mediados del año 2024, OXFAM informó que: 

En 2024, un 26 % de la inversión de Colombia en el exterior se ha dirigido hacia Panamá, territorio que ha estado en el corazón de una de las filtraciones de investigación periodística más relevantes de todos los tiempos (Panama Papers) y que, aún hoy en día, es considerado un paraíso fiscal incluso en la lista de la Unión Europea. (…) En un momento en que Colombia se enfrenta a una delicada tensión en cuanto al déficit público, es vital hacer una apuesta decidida por la lucha contra la evasión y elusión fiscal, tanto de grandes corporaciones como de los ultrarricos. Los recursos necesarios para asegurar la garantía de derechos a través de políticas públicas se están escurriendo hacia territorios de baja o nula tributación, con escasa transparencia y mecanismos agresivos que dificultan rastrear a quienes hacen uso de ellos…18.

De momento, esta mala percepción en los grupos financieros en los mercados tanto internos como externos viene empujando hacia arriba en los últimos meses y de manera considerable la tasa de interés de los bonos soberanos colombianos.

Gráfica N.°6.

Fuente: Trading Economics.

Esta realidad limita al máximo la posibilidad de endeudamiento público en medio de las exigencias del ajuste presupuestal. Incluso una reestructuración de la deuda pública, dada la adición en la ley 2155 de 2020 dentro las exigencias de la regla fiscal del parámetro “balance primario neto estructural”, serviría poco en la disminución del pago del servicio del endeudamiento público en el corto plazo, por cuanto ese parámetro deja por fuera el costo de los intereses que ya en las ejecuciones presupuestales anuales constituye un monto mayor al de la amortización de capitales. 

Asediado por estas circunstancias el gobierno acaba de informar que el 15 de abril emitió dos bonos globales por un total de USD 3.800 millones con vencimientos en los años 2030 y 2035, respectivamente: el primero por USD 1.900 millones con un rendimiento del 7,5 % y el segundo por los mismos USD 1.900 con un rendimiento del 8,75 %. Una parte de los ingresos obtenidos cubrirá, parcialmente, el financiamiento externo programado para 2025 y otra se destinará a “manejar pasivos” con vencimiento en enero de 2026. 

Como era de esperarse las tasas de interés pactadas son excesivamente altas, lo que ha sido reconocido por los propios analistas de Bolsa. Germán Cristancho, gerente de Investigaciones Económicas y Estrategia en Davivienda Corredores, afirmó al respecto:

La llegada de Trump a la Presidencia de Estado Unidos implementando una política que intenta gestionar la crisis interna a costa de los sacrificios externos del “resto del mundo” agrava el actual estado de cosas. La globalización neoliberal está desnudando sus falencias. Es el momento de romper con el continuismo fiscal y económico, el momento de cuestionar la dominación del sistema dólar, de buscar acuerdos regionales, de recuperar el control de capitales y de exigir auditorías frente a la deuda pública. El continuismo nos llevaría a una debacle social.

La tasa a la que se emitieron los bonos a 10 años estuvo en un nivel considerablemente alto si se toma en cuenta la información de los últimos 20 años. Solo comparable con el periodo de crisis financiera global del 2008. Igualmente, si se analiza el diferencial frente a los tesoros EE. UU. a 10 años, este se ubicó en 442 pbs, incluso superior al observado en 2022 cuando el costo de deuda de Colombia se vio fuertemente presionado. La tasa que paga actualmente Colombia supera en dos puntos porcentuales la de países con calificación crediticia BB+, lo que implica que el mercado está valorando a Colombia como si tuviera una calificación inferior. (…) De hecho, es superior a la de países BB- (que significaría una rebaja en la calificación de riesgo de Colombia de 2 o más niveles), puntualizó. Según el experto, esto implica que hoy Colombia paga tasas de interés más altas que países como Turquía, Sudáfrica, Rep. Dominicana y Uzbekistán…” 19.

Este tipo de endeudamiento aumenta el problema de la dependencia financiera de los inversionistas privados que en la actualidad controlan la mayor parte de los bonos de deuda pública, y anuncia nuevos planes de ajuste. La llegada de Trump a la Presidencia de Estado Unidos implementando una política que intenta gestionar la crisis interna a costa de los sacrificios externos del “resto del mundo” agrava el actual estado de cosas. La globalización neoliberal está desnudando sus falencias. Es el momento de romper con el continuismo fiscal y económico, el momento de cuestionar la dominación del sistema dólar, de buscar acuerdos regionales, de recuperar el control de capitales y de exigir auditorías frente a la deuda pública. El continuismo nos llevaría a una debacle social. Mauricio Cárdenas ex Ministro de Hacienda y uno de los reconocidos representantes de la “tecnocracia neoliberal interna” acaba de anunciar lo que nos espera sino cambiamos el rumbo de los acontecimientos en la misma senda que viene transitando el gobierno de Milei en Argentina: 

En cualquier caso, el país tiene que empezar desde ya a debatir las propuestas de ajuste fiscal post-Petro. El nuevo gobierno tendrá que recortar unos 70 billones de pesos. Un primer tipo de recortes debe ser el fin de los contratos de prestación servicios –el llamado empleo militante–, así como el cierre de entidades que no sirven para nada, como el Ministerio de la Igualdad, la UNGRD y la UNP, entre otras. Esta última cuesta 3 billones de pesos al año, sin ningún beneficio tangible para 50 millones de colombianos…

También serán necesarias medidas impopulares, como la eliminación de los subsidios al ACPM, algo que este gobierno no ha querido por temor a un paro de transportadores. El próximo gobierno requerirá mucha firmeza y carácter. No hay espacio para aguas tibias. Una tercera parte del ajuste fiscal es un gana gana. Si se hace bien, genera credibilidad y confianza, lo que permite que el Gobierno pague menos por colocar su deuda, lo que implicaría un ahorro cercano a los 10 billones de pesos al año20.

1  El CARF es un organismo técnico de carácter permanente e independiente adscrito al Ministerio de Hacienda. Fue creado por la Ley 1473 de 2011, la cual estableció la Regla Fiscal en el país, y modificado posteriormente por la Ley 2155 de 2021. Integrado por siete miembros, cinco escogidos por el mismo Ministerio y por los presidentes de las comisiones económicas del Congreso que asisten de manera rotativa. Los informes técnicos que producen no son de carácter obligatorio, aunque en los hechos inciden en las decisiones de política económica al ser los portavoces de la Regla Fiscal. 

A su vez la Regla Fiscal es una exigencia presupuestal que limita la ejecución del gasto público priorizando el pago de la deuda pública. El incumplimiento de esta tiene consecuencias sobre la inversión extranjera. La ley 2155 del 2021 modificó la versión inicial de este mecanismo incluyendo como objetivo presupuestal el “balance primario neto estructural” a diferencia de la anterior que exigía el balance fiscal estructural. La diferencia es considerable por cuanto el Balance Primario Neto Estructural va un paso más allá en tanto “excluye el gasto en intereses de la deuda, los ingresos por rendimientos financieros, las transacciones de única vez y el ciclo petrolero…”. Estableció, además, un ancla sobre la deuda neta del 55 % del PIB

2  Comité Autónomo de la Regla Fiscal (CARF), Pronunciamiento N.° 15, https://www.carf.gov.co/ 

3  Moodys Raiting, “Gobierno de Colombia. Menos ingresos y mayor carga de la deuda intensifican el escrutinio sobre el déficit y ponen a prueba la gestión fiscal”, https://img.lalr.co/cms/2025/04/10154013/Moodys-Ratings-Issuer_In-Depth-Gobierno-de-Colombia-Menos-10Apr2025-PBC_1445031.pdf .

Moody’s le dio a Colombia una calificación crediticia de Baa2 con perspectiva negativa el 27 de junio de 2024, manteniéndole su grado de inversión, pero con perspectiva menos favorable. Las otras dos calificadoras avaladas por la Superfinanciera son Fitch Ratings, la cual bajó la calificación del país de estable a negativa, aunque mantuvo la calificación en BB+ en marzo de este año, y S&P Global Ratings que ratificó la calificación crediticia de Colombia para moneda extranjera en BB+ perspectiva negativa. 

4   Contraloría General de la República, “Informe sobre la situación de la deuda Pública en 2023”, https://carlosarturorodriguezvera.com.co/wp-content/uploads/2024/08/Situacion-de-la-Deuda-Publica-2023_CGR.pdf 

  Jorge Espitia y Luis Jorge Garay al hacer un seguimiento en el presupuesto de 2020 sobre el gasto efectivamente apropiado fiscalmente durante la pandemia afirmaron: Así pues, si al aforo presupuestal de 4,45 por ciento del PIB se le descuenta la caída en la apropiación equivalente por un 1,8 por ciento del PIB, la conclusión es que Colombia habría destinado uno de los montos de emergencia más bajos a nivel internacional para atender la pandemia del covid-19. “La crisis económica y social en Colombia a propósito de la pandemia del covid-19”, marzo 16 del 2021”. 

En reseña periodística presentada por la W-Radio en noviembre de 2020 se anota al respecto: Sin embargo, la situación cambia si se analizan los datos frente a todas las empresas que hay en Colombia. En las grandes, el 80 % de estas obtuvieron el beneficio, ya que según Confecámaras son en total 3.851 grandes compañías. En contraste, solo el 9 % de las Mipymes accedieron al PAEF hasta noviembre, ya que fueron 136.000 empresas de un total de 1,5 millones que existen en el país con entre 10 y 200 empleados…”. La reseña detalla las empresas beneficiarias por pertenencia a los grupos económicos mostrando que el Grupo Sarmiento, el Grupo liderado por Jaime Gilinski Bacal, el Grupo Ardila, el grupo Santodomingo y la familia Echavarría de Antioquia recibieron este tipo de subsidio estatal. https://www.wradio.com.co/noticias/actualidad/los-grandes-grupos-economicos-que-recibieron-ayudas-durante-la-pandemia/20210222/nota/4111515.aspx 

 

  “¿Qué hizo el Banco de la República para enfrentar el impacto de la pandemia en la economía?, https://www.banrep.gov.co/es/especiales/covid-19

  Contraloría (2023), Ibidem. 

  En contrapartida, el FMI mantuvo la línea de Crédito Flexible por US$ 8.100 millones, https://www.elcolombiano.com/negocios/deuda-de-colombia-con-el-fondo-monteria-internacional-el-acuerdo-nuevo-es-por-8100-millones-de-dolares-a-dos-anos-DC24375547 

 Infobae “Minhacienda advierte déficit de US$ 1.300 millones si no se amplía cupo de la deuda”, https://www.larepublica.co/economia/ricardo-bonilla-presenta-en-congreso-el-proyecto-de-ley-del-cupo-de-endeudamiento-3869896 

10  Ibid

11   Diego Otero Prada, “Hay que acabar con el Chantaje del Fondo Estabilización de Precios de Combustibles “, https://soberania.co/opinion/acabar-con-el-fepc/2024/ 

12   Actualización del MFMP, https://www.minhacienda.gov.co/politica-fiscal/documentos-planeacion-financiera/plan-financiero/2025/document_library/jmgu/view_file/2241251?_com_liferay_d %3A443%2Fpolitica-fiscal%2Fdocumentos-planeacion-financiera%2Fplan-financiero%2F2025%3Fp_p_id%3 

13  Este “Shock de oferta” en el “viejo continente” fue reconocido por el FMI en el documento “Europe’s Inflation Outlook Depends on How Corporate Profits Absorb Wagie Gains”. Afirma textualmente: El aumento de las ganancias corporativas explica casi la mitad del incremento de la inflación en Europa en los últimos dos años, ya que las empresas aumentaron los precios en un nivel superior al de los elevados costes de la energía importada. Ahora que los trabajadores presionan para obtener aumentos salariales y recuperar el poder adquisitivo perdido, las empresas podrían verse obligadas a aceptar una menor participación en las ganancias si quieren que la inflación se mantenga en la senda correcta para alcanzar el objetivo del 2 % del Banco Central Europeo en 2025 (…). https://www.imf.org/en/Blogs/Articles/2023/06/26/europes-inflation-outlook-depends-on-how-corporate-profits-absorb-wage-gains 

Igualmente, el Economic Policy Institute aceptó a propósito de los márgenes-ganancia corporativos que “estos pasaron del 12 % al 17 % después del COVID, y atribuye tal incremento al poder de mercado de las grandes corporaciones. Como consecuencia, mientras en el pasado la contribución de las ganancias empresariales a explicar el alza de los precios había sido tan baja como del 11 %, en el actual ciclo inflacionario llegó hasta el 53 % el año pasado…”. Mauricio Cabrera, Portafolio, /inflacion-y-ganancias-empresariales-opinion-589572 

14 Contraloría General de la República, Ibidem.

Igualmente, la Superintendencia Financiera reconoció que “el indicador de calidad de la cartera (ICV), que mide la proporción de cartera vencida sobre la cartera bruta total, para el crédito de consumo (donde se concentra gran parte de la deuda de las familias) mostró un deterioro durante este período y se mantuvo elevado posteriormente. Por ejemplo, el ICV de consumo pasó de 3,6 % en diciembre de 2021 a 4,7 % en diciembre de 2023”. www.superfinanciera.gov.co

15  “El apretón de caja que enfrenta el Ministerio de Hacienda desde hace varios meses, le sigue pasando factura a la estabilidad fiscal del país, ya que las proyecciones de ingresos que no se materializaron tuvieron que suplirse acudiendo a la deuda y si bien esta medida ayudó en los meses recientes, ya no queda mucho de dónde echar mano. Así lo advierte un informe presentado por BTG Pactual, en el cual se muestra que, en diciembre, el Gobierno Nacional vendió $1,3 billones en TES, reduciendo su tenencia a solo $160.000 millones de pesos y cerrando el margen de acción para solventar la falta de liquidez que había aprovechado hasta el momento…”. Gobierno Nacional se está quedando sin margen de maniobra para financiarse con TES, https://www.portafolio.co/economia/gobierno/asi-estan-los-recursos-del-gobierno-nacional-en-materia-de-deuda-tes-621730

16  Bloomberg, “Inversores mundiales se deshacen de bonos colombianos ante los riesgos del petróleo”, https://www.bloomberglinea.com/latinoamerica/colombia/inversores-mundiales-se-deshacen-de-bonos-colombianos-ante-los-riesgos-del-petroleo/

17   Carlos David Alape Gómez, “Colombia Líder Regional en Riesgo País”, https://www.larepublica.co/analisis/carlos-david-alape-gamez-3820864/colombia-lider-regional-en-riesgo-pais-4026834 

18  OXFAM, “Paraísos Fiscales, un reto pendiente para Colombia”, https://www.oxfamcolombia.org/paraisos-fiscales-un-reto-pendiente-para-colombia/Oxfam Colombia/ 

19  Analistas advierten sobre alto costo de deuda en emisión de bonos globales de Colombia” https://www.dataifx.com/post/analistas-advierten-sobre-alto-costo-de-deuda-en-emision-de-bonos-globales-de-colombia

20  Mauricio Cárdenas, “Bomba de Tiempo” , https://www.eltiempo.com/opinion/columnistas/bomba-de-tiempo-3444257 

 

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