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Las primeras medidas del gobierno Milei

Julio C. Gambina

Doctor en Ciencias Sociales, Universidad de Buenos Aires

Profesor de Economía Política en posgrados de la Universidad Pública en Argentina 

Integrante de la Junta Directiva de la Sociedad Latinoamericana y Caribeña 

de Economía Política y Pensamiento Crítico, SEPLA

 

Una fuerte iniciativa política asume el gobierno de ultraderecha de Javier Milei en Argentina, que a menos de dos meses de asumido disputa la hegemonía de una nueva reconfiguración política de la derecha local y pretende disputar un lugar en el liderazgo ideológico y político del capitalismo local y global.

Considerado por muchos un “loco”1 o un “mesiánico”2 , lo que importa es la realidad del impacto económico, social y político cultural de sus decisiones y rumbos para la economía local, con pretensión de orientar el sentido de época del capitalismo contemporáneo en crisis.

Lo cierto es que actúa en un horizonte de ausencia de alternativas económico-políticas y, por ende, aun cuando sus medidas afectan la condición de vida de millones de personas, subsiste la expectativa esperanzada de una parte importante de su caudal electoral (el 30 % de primera y el 56 % de segunda vuelta), mientras el gobierno de ultraderecha intenta transformar ese consenso en fuerza política consolidada institucionalmente.

Devaluación y libre comercio

El punto de partida fue una devaluación del 50 % del tipo de cambio, que llevó la cotización de 400 pesos por dólar a 800, anunciando correcciones mensuales del 2 % en los meses siguientes y no se descartan nuevas devaluaciones en el corto plazo3 ; junto con lo cual eliminó todo control de precios, liberalizando el comercio y favoreciendo un acelerado proceso de remarcaciones que afectó considerablemente la capacidad de compra de la mayoría empobrecida ante la incapacidad de los ingresos populares (salarios, jubilaciones, beneficios sociales) de equiparar el alza inflacionaria. En contrapartida, un núcleo concentrado de grandes empresas recibe los beneficios del alza de precios, confirma una distribución regresiva del ingreso y afianza la acumulación de riqueza y de poder, altamente concentrada, de la burguesía local.

Completando el ajuste fiscal al inicio se prorrogó el Presupuesto 2023 para el 2024, lo que supone congelamiento de las partidas para un año con inflación prevista similar a la del año pasado. El presupuesto solo se ajustará de manera discrecional por el Poder Ejecutivo, lo que supone una fuerte disminución del gasto, mientras los ingresos subirán, especialmente por la suba de precios, ya que el principal tributo es el IVA, que impacta regresivamente sobre la mayoría empobrecida, pero contribuye a la mayor recaudación impositiva, estimada en un 30 % de la tributación.

Las primeras medidas constituyen una brutal transferencia de ingresos de la mayoría que vive de ingresos fijos, incluso de sectores empresarios, especialmente pequeños y medianos, que viven de la capacidad de compra de esos ingresos populares deteriorados. Las medidas iniciales solo favorecen al núcleo concentrado del poder económico, de origen local y extranjero y se proponen para equilibrar las cuentas públicas, fiscales y externas. Aun cuando mejora la constitución de reservas internacionales, la caída de la producción complica los planes gubernamentales y, por ende, siempre está al acecho la devaluación profundizada y la dolarización de la economía local.

En datos concretos, la inflación de diciembre alcanzó el 25,5 %, duplicando la máxima alcanzada el mes de noviembre. Milei asumió el 10 de diciembre y si bien arrastra un problema de inflación de la gestión anterior, el resultado es directamente inducido por la devaluación de la moneda local, elevando la inflación del 2023 a 211,40 %, ocupando el primer lugar mundial en el alza de los precios minoristas, un dato destacable.

La política económica en el inicio de gestión estimula la suba de precios para condicionar una subjetividad social ampliada de aceptación del ajuste fiscal y la regresiva reestructuración del orden económico social.

En el acto de asunción, Milei anunció que la inflación local podría acelerarse hasta el 15.000 % anual4 , un disparate que solo tenía el objetivo de ocultar la inducida suba de precios de su política económica para justificar un plan de estabilización con costo social ampliado y que pudiera responsabilizar a la gestión anterior.

La inflación es el principal problema económico que sufre la mayoría empobrecida de la población, cuestión que se arrastra desde la salida de la convertibilidad a comienzos del 2002, en la que cada gestión gubernamental la acrecentó.

https://www.vozdeamerica.com/a/argentina-denuncian-protocolo-milei-contra-protestas-callejeras-ante-naciones-unidas-cidh/7405468.html

En diciembre del 2001, al finalizar la convertibilidad, la inflación anual según el Banco Central de la República Argentina, la medición era de -1,5 %, para escalar al 40,9 % a fines del 2002.

La gestión de Néstor Kirchner (2003-07) registra una inflación del 3,7 % a fines del 2003 y culmina en diciembre del 2007 con 8,5 %; Cristina Fernández (2007-11 y 2011/15) termina su mandato a fines del 2011 con un alza anual del 9,5 % y su segundo periodo finaliza con 18,5 %; que asciende al 53,8 a diciembre del 2019, final de gestión de Mauricio Macri (2015-19); y en diciembre del 23, gestión Alberto Fernández (2019-23), alcanza al 211,40 %5 .

Como señalamos, la principal afectación por la inflación son los ingresos populares retrasados en la carrera de la distribución del ingreso por la mayor apropiación de la ganancia, confirmando una lógica de hierro de la lucha de clases entre el trabajo y el capital. El gobierno Milei consolida la ofensiva del gran capital en contra del trabajo.

La realidad de las políticas de ajuste lleva al Informe de proyección económica del FMI a destacar el papel negativo de la Argentina en las perspectivas de la evolución económica de la región latinoamericana y caribeña. Señala el FMI:

En América Latina y el Caribe, se proyecta que el crecimiento disminuya de 2,5 % estimado en 2023 a 1,9 % en 2024, y que aumente hasta 2,5 % en 2025, lo que corresponde a una revisión a la baja para 2024 de 0,4 puntos porcentuales respecto de la proyección del informe WEO de octubre de 2023. La revisión del pronóstico para 2024 se debe al crecimiento negativo de Argentina en el contexto de un ajuste significativo de la política económica para restablecer la estabilidad macroeconómica. Como en otras economías importantes de la región, se registran mejoras de 0,2 puntos porcentuales para Brasil y 0,6 puntos porcentuales para México, principalmente a causa de los efectos de arrastre de una demanda interna más fuerte de lo esperado y un crecimiento mayor de lo previsto en los principales socios comerciales6

Está claro en el Informe citado del FMI la perspectiva recesiva de la economía argentina para el 2024, gobierno de Javier Milei, con fuerte impacto en los ingresos populares. En un informe de Lucas Castiglioni, investigador de FISYP se presenta una gráfica (abajo) elocuente sobre la evolución reciente de los salarios y la influencia en su deteriorada perspectiva con el salto inflacionario de enero y previsible para el futuro inmediato.

La gráfica es expresión de la tendencia descendente de los salarios, agravado en el sector privado no registrado, estimado en el 45 % de la fuerza laboral del país. La inflación desatada en diciembre, que el FMI en su informe citado evalúa llegará al 150 % en el 2024 deteriorará aún más la situación, especialmente considerando la ofensiva del capital contra el trabajo explicitada con la política del gobierno de Milei.

Desde lo estructural, la gestión Milei supone la liberalización en extremos de las relaciones económico-sociales y para ello funciona con Decretos de Necesidad y Urgencia, DNU, una facultad constitucional que debe pasar por la consideración del Poder Legislativo, que, al estar en mora en sus funciones, facilita mecanismos discrecionales en el plano institucional, asociados principalmente al ajuste fiscal y la liberalización de la economía.

Entre las primeras medidas del gobierno Milei existen iniciativas de reforma estructural, que han generado una importante resistencia callejera del movimiento sindical, territorial y social. Es una dinámica en proceso mientras escribimos estas líneas y su resultado es incierto. Remito a la emisión de Decretos y una legislación presentada en sesiones extraordinarias que promueven la desregulación de la economía y cambios estructurales tales como privatizaciones y delegación de funciones legislativas en el poder ejecutivo.

Muy discutido resultó el DNU 70/23, del 20/12/2023, “Bases para la reconstrucción de la Economía Argentina”, que declara la emergencia pública en materia económica, financiera, fiscal, administrativa, previsional, tarifaria, sanitaria y social hasta el 31 de diciembre del 2027 .

Se trata de una amplísima facultad para intervenir en la “desregulación de la economía local”, lo que motivó resistencias múltiples, especialmente del movimiento sindical organizado, que incluyeron movilizaciones populares masivas y demandas y amparos ante la justicia, que en los aspectos laborales ha fallado a favor de los reclamos sindicales, dejando en suspenso aspectos sustanciales de las reformas laborales promovidas desde el gobierno y demandadas por los sectores empresarios hegemónicos.

Tras la publicación y puesta en funcionamiento del DNU, el gobierno convocó a sesiones extraordinarias durante el mes de enero, que luego se extendieron hasta mediados de febrero para considerar la llamada Ley Ómnibus, “Bases y Puntos de Partida para La Libertad de los Argentinos” que promueve la más amplia “delegación de funciones del poder legislativo al ejecutivo”, en principio por dos años con posibilidades de extender a cuatro, abarcando todo el periodo del mandato presidencial, una disposición que supone la suma del poder público, afectando los mecanismos democráticos y federales de la institucionalidad. De hecho y tras las resistencias varias, la delegación sería por un año con posibilidad de ampliar a dos, e incluso con menos áreas delegadas que las solicitadas en origen.

Resulta difícil augurar el destino del proyecto Milei en el corto plazo, pero sus primeras medidas son expresión de una fuerte iniciativa para darle perspectiva al capitalismo local y global. La resistencia popular y la solidaridad internacional, articulada con renovadas luchas que se despliegan en todo el mundo en contra del régimen del capital pueden darle otro rumbo a la lucha de clases. En ese sentido, es imprescindible profundizar en la crítica al capitalismo y a sus renovadas “viejas” propuestas del liberalismo a ultranza para reanimar una estrategia de recomposición de poder social y popular en contra y más allá del capitalismo.

 

https://es-us.noticias.yahoo.com/paso-atr%C3%A1s-sindicatos-organizaciones-sociales-211743452.html?guccounter=1&guce_referrer=aHR0cHM6Ly93d3cuZ29vZ2xlLmNvbS8&guce_referrer_sig=AQAAAI0sd8Vrav5VgycO1bamFka3CGhjmDALfjprWHWS8A-SpWKFD1nbGOrI3J4_ahKc1LDxc2vrVYbvShfghj--gDX9XOLdRkhay0fC78SpMRQYt5HJc1LihAoSfwlByl0f24ojgo-SMxkVr7KoX6swW7dXS_FNbfKdMK-VRTUGvzzb

El proyecto de ley se presentó con más de 600 artículos y en sucesivas negociaciones se redujo a un tercio y aún está en tratamiento legislativo. Es un instrumento legal de fortísima reestructuración regresiva del capitalismo local. Su consideración es un ensayo del gobierno para intentar subordinar la institucionalidad a sus objetivos.

La incertidumbre incluye la no aprobación y la afirmación de un rumbo de funcionamiento por decretos. Lo que está en discusión es cuanto puede un gobierno sin suficiente poder institucional (15 % de integrantes en Diputados y 10 % en el Senado), ni despliegue territorial o social, salvo los votantes y el peso en redes sociales, subordinar a la burocracia del poder local y al conjunto del movimiento popular a los objetivos de máxima del capital dominante y beneficiario de la liberalización económica. Por eso, la política de la ultraderecha se sostiene junto a una audaz iniciativa en la represión directa, que intenta legitimarse con un “protocolo contra los piquetes”8 , verdadero mecanismo represivo a la resistencia popular.

Resistencia, lucha de clases y reconfiguración de los bloques de poder

La lucha popular se desarrolla desde el inicio de la gestión por el impacto regresivo sobre los ingresos populares, derivados de la devaluación, la liberación de precios, el DNU 70 y la Ley Ómnibus. 

Entre la iniciativa de Milei y sus aliados institucionales y en los principales medios de comunicación, y la confrontación de una amplia articulación popular, se define hoy la lucha de clases en la Argentina.

A 45 días del inicio de gestión se llevó adelante el primer paro nacional (24/1/2024) con movilización, convocado por la Confederación General del Trabajo (CGT) y acompañado por las dos CTA, la de los Trabajadores y la Autónoma (CTAT y CTAA), a la que adhirieron movimientos sociales, territoriales, y diversos colectivos, de actores y sectores de la cultura, intelectuales y personalidades diversas, en una acción que movilizó cerca de 1,5 millones de personas en todo el país y que obtuvo una amplísima solidaridad internacional.

Existe una amplia tradición de organización y lucha en la historia del movimiento obrero y popular del país, que en esta hora se renueva en inter-sindicales, multisectoriales por territorio, asambleas barriales; todas formas que reaniman el debate político y las prácticas de resistencia y articulación social popular en la búsqueda de articular proyecto político alternativo.

Los ejes de la protesta se concentran en confrontar con la mayor ofensiva del capital en contra del trabajo, asumiendo el programa originario de la dictadura genocida entre 1976 y 1983, las reformas reaccionarias desplegadas durante la década del 90 bajo gobiernos liderados por el peronista Carlos Menem (1989-1999) y el radical Fernando De la Rúa (1999-2001) y el intento reaccionario de Mauricio Macri (2015-2019). Se trata de una protesta sin clara hegemonía de rumbo político alternativo, de hecho, es un tema en disputa, constituyendo un dato relevante para la ofensiva gubernamental de la derecha en el gobierno y los objetivos del poder económico concentrado.

El capitalismo local viene siendo reestructurado en sus relaciones económico-sociales desde 1976, en una tendencia que incluye mutaciones en la relación capital trabajo, en una nueva función del Estado para favorecer la lógica liberalizadora del mercado, incluyendo una mayor inserción subordinada de la economía local en el sistema mundial transnacionalizado. 

La protesta actual es en contra de la reforma laboral y previsional, las desregulaciones y privatizaciones, junto a un conjunto de disposiciones que favorecen la lógica de la ganancia, la apertura de la economía al capital transnacional y un fortalecimiento de la dependencia y subordinación a las necesidades del capitalismo mundial en crisis. Pero también en contra de la deriva autoritaria, antidemocrática y del propio “Estado de Derecho” que supone el ejercicio del poder de Javier Milei y su vice, Victoria Villarruel, expresión directa de las aspiraciones militares por revertir la situación generada desde el movimiento de derechos humanos sobre la represión y el genocidio de la última dictadura (1976-83).

Resulta interesante detenerse en la lucha popular, ya que en su seno se reconfigura el bloque popular, base para pensar un proyecto político alternativo, no solo en crítica al gobierno de la ultraderecha, sino en una perspectiva anticapitalista, lo que define el sujeto de los cambios, el programa y las formas políticas de intervención para la transformación social.

Es que, con Milei, lo que existe es una reconfiguración política del bloque de poder, lo que requiere pensar y actuar en términos de contrapoder. 

 En esta ofensiva capitalista, el movimiento popular construyó una agenda programática que confronta y rechaza los acuerdos con el FMI y los acreedores de la deuda pública, demandando “auditorías” con participación popular para suspender los pagos y disponer de recursos para un programa alternativo sustentado en políticas de soberanía alimentaria, energética y financiera. Vale resaltar que junto con la construcción del sujeto y del programa se ejercitan prácticas de organización popular en el plano económico, productivo, social, cultural, político, que suponen una experiencia por construir instrumentos adecuados para una acumulación de fuerzas que revierta la ofensiva capitalista en un sentido de las aspiraciones liberadoras y anticapitalistas del movimiento popular.

 

https://www.semana.com/mundo/articulo/primeras-protestas-contra-javier-milei-miles-de-personas-se-movilizaron-en-argentina/202349/

La base económica del poder se concentra en un modelo productivo que privilegia la producción primaria exportadora, asentada en el complejo de la soja y otros cultivos (maíz, trigo, etc.) y la ganadería y pesca, junto a la creciente producción energética, especialmente de hidrocarburos no convencionales, de gas y petróleo en el yacimiento “vaca muerta”, tanto como la megaminería a cielo abierto, con la importancia que adquiere la producción de litio, de oro y cobre. A ello se suma una producción fabril dependiente de insumos importados y en la lógica subordinada de las “armadurías”. Un “modelo productivo” integrado a la lógica de la propiedad transnacional de grandes corporaciones que definen la producción y circulación global en el capitalismo contemporáneo. 

Todo ello condicionado por un tema estructural como el endeudamiento externo, monitoreado por el FMI y los acuerdos con los grandes fondos de inversión, entre ellos lo “buitres”. Aludimos especialmente a un préstamo del FMI en 2018, gestión Macri por 57.000 millones de dólares, de los que se desembolsaron unos 45.000 millones, renegociados en el 2022 bajo gobierno de Alberto Fernández, con un nuevo préstamo de facilidades extendidas con vencimiento en 2034 y monitoreo trimestral del organismo.

Milei acaba de acordar con el FMI la continuidad de la operatoria, por lo que el Fondo desembolsó 4.700 millones de dólares para asegurarse la continuidad de la cancelación de la deuda argentina9. En el informe de prensa del FMI se destaca el reajuste de los objetivos, en donde se proponen un 2 % de superávit fiscal y un 4 % comercial para el 2024, lo que supone una fuerte disminución del gasto público, un aumento de los ingresos fiscales y mayor libertad al comercio internacional, favoreciendo la lógica de la fuga de capitales.

Ese cambio operado en la base económica en las últimas décadas (1976-2023) y el condicionante esencial del endeudamiento monitoreado por el FMI, demanda nuevas configuraciones políticas para el funcionamiento del capitalismo local. Nuestra tesis es que el régimen bipartidista (radicales y peronistas) de funcionamiento político entre 1983 y 2001, incluso entre 1916 y 1976, interrumpido por los golpes militares, se rompió en la crisis del 2001. Ese mecanismo fue reemplazado por uno de dos coaliciones que disputan el gobierno, una liderada por el kirchnerismo y otra por el macrismo, con radicales y peronistas en ambas coaliciones.

https://mdstrm.com/embed/6584245d1d000062b723bc3f

Con el triunfo sorpresivo de Milei, esta configuración fue cuestionada y ahora se propone para liderar el nuevo agrupamiento de las derechas locales y darle sentido a la gestión capitalista para estabilizar el ciclo de acumulación combatiendo el desorden de la competencia que explica el alza desmesurada de los precios.

La especificidad nacional de la inflación local debe considerarse en el marco de la competencia entre las distintas fracciones del capital por hacerse del plusvalor socialmente generado. La hegemonía capitalista en el marco de la ley del valor es lo que se juega en la estrategia de estabilización de precios y de la economía en su conjunto

Por eso destacamos el proceso de reagrupamiento político social en el campo de las clases subalternas, asentado en una dinámica de masas amplia en cuyo contexto se disputan proyectos políticos para otorgarle dirección a una propuesta que puede ser contenida en la conciliación de clases o proponerse superar los límites de la gestión del orden capitalista, y se proponga ir en contra y más allá del régimen del capital.

La resistencia en la coyuntura es diversa y plural, con variedad de sujetos y reivindicaciones, derivada de una fragmentación económico-social, de la creciente informalización del empleo y, por ende, de una dispersión del ingreso de la población trabajadora, tal como se destaca en la gráfica anterior, influyendo y determinando las formas de organización popular y sus articulaciones.

Existe expectativa esperanzada de articulación de las diversas reivindicaciones del movimiento popular, de quienes los sindicalizados tienen ingresos relativos superiores a amplias franjas de trabajo no regularizado y que deben articular formas de lucha en contra de la ofensiva del capital.

En la coyuntura del gobierno Milei se despliega una rearticulación del sujeto político de los cambios, sobre la base de la fragmentación que suponen los cambios reaccionarios operados desde la reestructuración regresiva desplegada en la dictadura genocida y los procesos bajo gobiernos constitucionales que legitimaron el proyecto del capital concentrado, sea con Menem, con De la Rúa o con Macri.

Lo importante es que, en esta ofensiva capitalista, el movimiento popular construyó una agenda programática que confronta y rechaza los acuerdos con el FMI y los acreedores de la deuda pública, demandando “auditorías” con participación popular para suspender los pagos y disponer de recursos para un programa alternativo sustentado en políticas de soberanía alimentaria, energética y financiera.

Vale resaltar que junto con la construcción del sujeto y del programa se ejercitan prácticas de organización popular en el plano económico, productivo, social, cultural, político, que suponen una experiencia por construir instrumentos adecuados para una acumulación de fuerzas que revierta la ofensiva capitalista en un sentido de las aspiraciones liberadoras y anticapitalistas del movimiento popular.

En esta disputa de bloques de poder, el gobierno no solo tiene iniciativa política en la economía, sino que lleva adelante un despliegue represivo importante, para lo que definió un “protocolo contra la resistencia” y que se ejerce con un importante despliegue de fuerzas de seguridad para disputar la calle y atemorizar la respuesta popular. De este modo, el ajuste fiscal excluye el importante y creciente gasto en seguridad y represión.

La discusión es quién vence a quién, si la iniciativa del gobierno y del poder económico concentrado, o la resistencia popular con un proyecto emancipador. Este es el debate de la coyuntura económica, política, ideológica, cultural de la Argentina actual.

El rechazo a la política tradicional dificulta el proceso de construcción de alternativa y por eso no alcanza con la masiva confrontación social, y menos con la insatisfacción generalizada con el resultado de la política en curso, lo que se requiere es una nueva identidad y experiencia de la lucha popular.

https://www.notimerica.com/politica/noticia-argentina-menos-18-detenidos-disturbios-ultimas-protestas-contra-milei-argentina-20240204132043.html#google_vignette

Proyecto de ultraderecha con pretensión universal

Javier Milei es la cabeza de un proyecto político con base en la escuela austríaca, que pretende superar la crisis del capitalismo local y ofrecer un rumbo para la economía mundial. Es lo que se desprende de su discurso en Davos10, en donde sostuvo:

Así es como llegamos al punto en el que, con distintos nombres o formas, buena parte de las ofertas políticas generalmente aceptadas en la mayoría de los países de Occidente son variantes colectivistas. Ya sea que se declaren abiertamente comunistas, fascistas, nazis, socialistas, socialdemócratas, nacional, socialistas, demócratas, cristianos, keynesianos, neo keynesianos, progresistas, populistas, nacionalistas o globalistas.

Desde esa concepción señala que “occidente” está en peligro y responsabiliza a la escuela neoclásica y sus “fallas de mercado” para justificar el intervencionismo estatal. Denuncia que el neo-marxismo asumió está problemática e incorporó a la concepción de la lucha de clases el feminismo y el ambientalismo, cooptando el “sentido común de occidente”, “(…) gracias a la apropiación de los medios de comunicación, de la cultura, de las universidades, y sí, también de los organismos internacionales”.

La ultraderecha en la Argentina se diferencia de otros proyectos similares por su carácter “universalista” en pro del capitalismo, recuperando la esencia de la consigna original del libre cambio, el libre comercio o la libre competencia. Se diferencia del “nacionalismo” de los Trump, los Bolsonaro u otras versiones en boga en el mundo, lo que genera expectativas esperanzadas de grandes capitales concentrados, caso especial son los elogios reiterados del magnate internacional Elon Musk en el ámbito mundial o de Marcos Galperín, titular de Mercado Libre, la empresa de mayor valorización en la Argentina.

Milei sustenta el fuerte alineamiento de la Argentina con EE. UU. e Israel, una opción ideológica por “occidente”, en contra del “colectivismo”, el comunismo y el populismo. Eso no impide que Argentina mantenga como primer socio comercial a Brasil y a China como el segundo, pero destaca el compromiso del país y su gobierno con las estratégicas decisiones imperialistas en tiempo de crisis, de guerras, de sanciones unilaterales, todo lo que compromete el presente y futuro de la humanidad.

Su apuesta es al dólar y por eso su estrategia de campaña se concentró en la propuesta de “dolarización y eliminación del BCRA”, subordinando a la Argentina a la lógica de la Reserva Federal y el Tesoro de EE. UU. Son propuestas que no están en el debate actual, pero que no se descartan en un futuro mediato, según avances las reformas estructurales y el “éxito” de la propuesta del gobierno Milei. En ese marco desechó la invitación a que el país se sume al bloque BRICS e interviene en la disputa global por el orden económico en favor de la política exterior estadounidense.

Resulta difícil augurar el destino del proyecto Milei en el corto plazo, pero sus primeras medidas son expresión de una fuerte iniciativa para darle perspectiva al capitalismo local y global. 

La resistencia popular y la solidaridad internacional, articulada con renovadas luchas que se despliegan en todo el mundo en contra del régimen del capital pueden darle otro rumbo a la lucha de clases. 

En ese sentido, es imprescindible profundizar en la crítica al capitalismo y a sus renovadas “viejas” propuestas del liberalismo a ultranza para reanimar una estrategia de recomposición de poder social y popular en contra y más allá del capitalismo.

Existe el libro El loco, de Juan Luis González, de Editorial Planeta, 2023, de amplia circulación, que remite a múltiples aspectos relativos a las características de un personaje que en meteórica carrera política accedió a la presidencia del país en diciembre del 2023.

El País tituló “Javier Milei, una mezcla de predicador mesiánico y estrella de rock”, en: https://elpais.com/argentina/2023-11-18/milei-una-mezcla-de-predicador-mesianico-y-estrella-del-rock-para-argentina.html 

Mientras más alto es el precio del dólar más sencillo será dolarizar, señaló Milei en campaña. La dolarización parece descartada, pero es la carta a utilizar si las políticas ahora ensayadas no funcionan. El exministro Domingo Cavallo le aconseja al presidente argentino avanzar con premura hacia la dolarización.
 
Milei, discurso inaugural de su gestión: “…en muy poco tiempo se podría cuadriplicar la cantidad de dinero y con ello llevar a la inflación a niveles del 15000 % anual. Esta es la herencia que nos dejan, una inflación plantada del 15000 % anual la cual vamos a luchar contra uñas y dientes para erradicarla”. En sitio Casa Rosada, 11/12/2023: https://www3.hcdn.gob.ar/dependencias/prensa/archivos/discursoasuncionmilei.pdf 
 
BCRA, Estadísticas. Principales Variables, en: https://www.bcra.gob.ar/PublicacionesEstadisticas/Principales_variables_datos.asp
 
FMI. Actualización de las perspectivas de la economía mundial, enero del 2024, en: https://www.imf.org/es/Publications/WEO/Issues/2024/01/30/world-economic-outlook-update-january-2024
 
Boletín Oficial de la República Argentina, en: https://www.boletinoficial.gob.ar/detalleAviso/primera/301122/20231221 
 
Protocolo para el mantenimiento del orden público ante el corte de vías de circulación, en: https://www.boletinoficial.gob.ar/detalleAviso/primera/300917/20231215
 
FMI. El Directorio Ejecutivo del FMI concluye la séptima revisión del acuerdo en el marco del Servicio Ampliado del FMI para Argentina, 1/2/2024, en: https://www.imf.org/es/News/Articles/2024/01/31/pr2431-argentina-imf-executive-board-completes-the-seventh-review-under-the-extended-fund-facility

10 Davos 2024: Discurso especial de Javier Milei, presidente de Argentina (19/01/2024), en: https://es.weforum.org/agenda/2024/01/davos-2024-discurso-especial-de-javier-milei-presidente-de-argentina/

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